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DIPLOMADO EN TERAPIA NARRATIVA PARA EL TRABAJO CON NIÑAS, NIÑOS, ADOLESCENTES. Segunda Generación

Metodología:

Estaremos trabajando de manera virtual (vía ZOOM)

Sesiones quincenales:

viernes de 16:00 a 20:00 hrs
sábados de 10:00 a 14:00 hrs

Inversión:

Inscripción: $1,500 pesos
Mensualidades: $2,000 pesos

10% descuento hasta el 01 de enero del 2022.

Informes e inscripciones:

Whatsapp 55 4827 7671
contacto@conversacionesconstructivas.com
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Coordinadora: Mtra. Alejandra Chávez Murguía.

Maestra en Psicología con especialidad en Psicoterapia Infantil por la Universidad Nacional Autónoma de México (Padrón de Excelencia de CONACyT). Consultora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Nuestras intenciones:

A través de este Diplomado proponemos una práctica innovadora para el trabajo terapéutico con niñas, niños y adolescentes, quitando el foco de las miradas adultocentristas, individualistas y patologizantes para abrir nuevas perspectivas de atención, mediante las ideas propuestas por de la Terapia Narrativa.

La Terapia Narrativa más que una técnica terapéutica es una filosofía que considera a las personas como expertas en su vida, que a través de sus habilidades, conocimientos, experiencias y valores van construyendo las historias preferidas sobre sus vidas y sus relaciones.

En este sentido el objetivo del Diplomado en Terapia Narrativa para el trabajo con niñas, niños y adolescentes, es fortalecer en lxs profesionistas que trabajan con estas poblaciones, el desarrollo de reflexiones, habilidades y metodologías que les permitan comprender y abordar los problemas que aquejan a sus consultantes, utilizando diversos lenguajes como el juego, la conversación y el arte, potencializando y conectando a niñxs y adolescentes con su forma preferida de ser y estar en el mundo, facilitando de esta manera la disolución de los problemas o conflictos que les aquejan.

Conoce a la coordinadora y colabradores del diplomados:

Soy Alejandra Chávez Murguía, egresada de la licenciatura en Psicología de la UNAM, donde también cursé mis estudios de Maestría en Psicoterapia Infantil. Desde que era prácticamente niña sabía que quería trabajar con niñxs. Este genuino y arraigado interés me ha llevado a especializarme en terapia de juego, en terapia narrativa y en educación sexual infantil. La Terapia Narrativa ha venido a revolucionar mi mirada no sólo en mi trabajo sino en mi vida y constituye el hilo conductor desde donde entiendo y me integro al mundo y desde donde aprendo y me actualizo. Además de la práctica clínica, otra de mis pasiones es la docencia por lo que desde hace varios años colaboro como docente y supervisora de prácticas en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Panamericana, así como del Diplomado de Terapia Narrativa de Conversaciones Constructivas. Recientemente me integré en un grupo de consultores del Fondo de las Naciones Unidas por la Infancia, UNICEF.

Es común que en mi trabajo y travesía a través del mundo infantil y adolescente, me acompañe esa Ale curiosa que le encantaba la magia, que soñaba despierta, que exploraba, brincaba (a veces pensando que eso le ayudaría a que le salieran alas) y disfrutaba cantar y bailar, que tuvo momentos difíciles pero que, en conjunto con el amor con el que creció, hoy la han construido en la persona que es y de la que seguramente se siente muy orgullosa.

 

Cursó la carrera de Psicología en la Facultad de Psicología C.U. En la UNAM, cuenta con diplomado en Terapia Narrativa con perspectiva de género y maestría en terapia familiar en el Instituto Cencalli. Ha trabajado con familias, parejas, así como con niñxs de todas las edades con respeto y calidez.

Se recuerda como una niña súper juguetona, que si no fuera por la hora de la comida y la escuela no dejaba de jugar ella sola, con amigxs o con su hermano. Era muy platicadora, sociable y divertida le gustaba muchísimo nadar y la playa.

Egresada de la facultad de Psicología de la UNAM, obtuve el grado de maestría en la misma institución en la Residencia en Terapia Familiar. Terapeuta desde 2005 y docente en el CICS-UST, IPN en la carrera de Psicología desde 2008. Fui afortunada, compasiva y armoniosamente formada y deformada por el Diplomado de Terapia Narrativa desde aquel lejano-cercano 2005, mi comadrita la socióloga, todas mis compañeras docentes psicólogas sociales, las pelusas y los burritos con los que he coincido en estos años. Esto me ha recordado el gozo de honrar en mi práctica a aquella niña inquieta, irreverente, curiosa, ocurrente y espontánea que tuvo la fortuna de nacer y crecer en la familia que lo hice.

Estudio psicología en la FES Iztacala UNAM, una especialidad en adicciones en el Centro de Estudios Superiores Monte Fenix y una maestría en terapia familiar en el instituto Crisol. Cuenta con estudios en relaciones de género en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género UNAM y Feminismos Latinoamericanos en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

En su trabajo como terapeuta acompaña familias que se enfrentan al consumo de drogas y también acompaña a niñas, niños y adolescentes transgénero.

Se recuerda como un niño inquieto, risueño, ocurrente, preguntón y muy platicador, le gustaba salir a jugar con su avalancha, con sus patines o con su bicicleta con otros niños y niñas del lugar donde vivía.

Psicóloga egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana, con diplomados en diagnóstico socioafectivo, conductual y de aprendizaje de niñ@s y adolescentes; en métodos de intervención desde varias corrientes; y en Neurociencias Aplicadas por parte del IMPCC, Cenespe, Biofeedback Center y DEC UNAM, donde también se integró como docente en diplomados.

Se encontró y enamoró de la Terapia Narrativa en 2012 a través del diplomado impartido por la Mtra. Miriam Zavala, de quien se ha seguido acompañando en una travesía a lo largo de todos estos años a través de grupo de estudio, cursos, seminarios y otros encuentros con voces que deconstruyen, construyen, la mueven de lugar, invitan a la curiosidad y la llevan a ser la terapeuta perfectamente imperfecta que es hoy. En su trabajo terapéutico desde el 2003 honra a esa niña que fue, llena de fantasías, risueña, amante del dibujo y la gimnasia artística, cariñosa y acompañada de un TDA del que aún no se hablaba y cuya experiencia hoy pone al servicio de sus pequeños consultantes y sus padres.

Estudió Psicología en la Ibero y muy pronto se daría cuenta de que su vocación era trabajar con niñas y niños, así que estudió la maestría en Psicoterapia Infantil en la UNAM y después un Doctorado en   investigación Psicológica en el que se enfocó en el trabajo con familias de bebés prematuros.

Su abordaje es la terapia de juego integrativo, por lo que, desde 2010 “trabaja jugando” dando atención psicológica a niñas, niños de 0 a 14 años y a sus familias.

Desde chiquita es fan de hueso colorado de Mary Poppins y Peter Pan. Es mamá de David y Majo con quien disfruta de jugar juegos de mesa y lego. Le gusta el helado de menta con chocolate.

Habiendo estudiado Actuaría en la UNAM, Maestría en Ingeniería Económica en La Salle y graduada del IPADE, me desarrollé en el ámbito empresarial por varios años.
Decidí cambiar de rumbo y formarme como psicoterapeuta, dirigiendo mis estudios al desarrollo humano y la consultoría familiar para posteriormente obtener la certificación como terapeuta de pareja por el Gottman Institute. Obtuve el grado de Maestra en Ciencias de la Familia por la Universidad Anáhuac y de Maestra en Terapia Familiar por el Instituto Crisol.
He enfocado mis estudios a las prácticas narrativas desde una postura colaborativa y me he formado en trauma complejo y disociación en el Newman Institute.

Ha sido el ámbito de las familias por adopción motivo y vocación tanto en lo personal profesional. Amo trabajar con niños, niñas y adolescentes que fueron adoptados en la primera infancia después de transitar por instituciones u hogares de acogida. Desde ese lugar he buscado puntos de encuentro entre la terapia familiar, la terapia narrativa, la teoría del apego y el abordaje del trauma complejo.

Me recuerdo de niña trepada en los árboles apachurrando gusanos azotadores con las rodillas; montada en mi bicicleta “choper” y escapándome por la ventana de la cocina para seguir jugando al “bote pateado” mientras pensaban que estaba en mi cuarto. Desde entonces me dio por la lectura imaginando que, cuando leo, estoy platicando cara a cara con quien lo escribió. Así he conocido a muchas personas, lugares, ideas y circunstancias.

Estudié Psicología en la UAM-Xoch, me dediqué varios años a temas de arte y cultura antes de cursar la maestría en Terapia Familiar Sistémica en ILEF. Me acerqué a las prácticas narrativas y postmodernas y las he habitado tanto en lo profesional como postura de vida. Tengo varios años trabajando temas de atención y prevención de la violencia, los últimos años en acompañamiento para niñas, niños y adolescentes en procesos de justicia desde ATIJ, organización de la que soy fundadora.

Desde niña disfruto enormemente cocinar y comer. Los mejores recuerdos de mi infancia son los juegos eternos en los que viajaba y conocía gente y lugares desde mi imaginación.

Soy psicóloga, egresada de la FES Iztacala, UNAM dedicada desde hace 26 años a la práctica privada, acompañando y colaborando con niñ@s, adolescentes, adultos y familias a reducir la influencia de problemas que impactan sus vidas. Me acompaña la polifonía de mi formación profesional en Educación Especial, Psicomotricidad Relacional, Psicología Forense y, por supuesto, en Terapia Narrativa; la cual ha influido de forma importante en mi hacer y en mi ser dentro y fuera del consultorio. Desde el territorio de la Narrativa desarrollé una propuesta de trabajo llamada Círculos de Conversación de los cuales surgió la Guía Anti-cutting. Desde hace 4 años también imparto talleres de meditación espiritual que disfruto enormemente.

Mi niñez y adolescencia la evoco como un gran collage de risas, complicidad, muchos juegos con mis 3 hermanos, mi hermana y mi mamá, paseos, clavados, caricaturas, conciertos de canto y guitarra en la sala Nezahualcóyotl; también de miedos, angustia, soledad, timidez y tristeza por la presencia de la violencia y por las secuelas de la rubeola que impactó mi desarrollo en el vientre materno. Definitivamente, desde ahí comenzó a construirse mi identidad como terapeuta.

Soy licenciada en Psicología Clínica y maestra en Terapia Familiar por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México. He realizado estudios de actualización y especialización que me han permitido desarrollar y crecer una práctica terapéutica robusta basada en los principios de colaboración, respeto, co-construcción, horizontalidad y el diálogo con jóvenes, adultos, familias, comunidades y parejas.
Desde el inicio de mi carrera me he desempeñado tanto en el ámbito clínico y como en la docencia. En el área clínica, he colaborado en el Centro de Servicios Psicológicos de la Facultad de Psicología de la U.N.A.M. y desde 1995 en el ámbito privado como terapeuta, además de supervisar terapeutas en formación desde hace 15 años dentro de varias formaciones a lo largo del territorio nacional.
En el ámbito docente, comencé a incursionar desde 1997 en la Universidad Pedagógica Nacional, en la Facultad de Psicología y la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Universidad de Zamora, Michoacán, en la Universidad Autónoma del Noreste, así como en otras universidades del interior del país. Desde hace 12 años tengo la fortuna de ser profesora en la Facultad de Psicología de la U.N.A.M. en la Residencia de Terapia Familiar; además de coordinar el diplomado en Terapia Narrativa en la División de Educación Continua de la Facultad de Psicología de la U.N.A.M. durante 13 años.
Apasionada de las conversaciones que puedan llevarnos a nuevos espacios de conocimiento, considero tanto a la terapia como a la enseñanza, lugares privilegiados en los que crecer, reflexionar y aprender junto con las personas con las que trabajo, para escribir juntos nuevas historias donde habitar nuestras vidas.

Me recuerdo como una niña delgadísima, temerosa de perderse, que amaba los zapatos rojos y coleccionar cosas, que se aprendía de memoria los anuncios de la televisión, con una gran imaginación que se nutría y regocijaba en la lectura y los interminables juegos con sus hermanas. Amante de la justicia desde entonces, esa niña peleaba y se enojaba, ahora entiendo gracias a la Narrativa, luchando por defender aquello que sentía atropellado.

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